Adiós a los mensajes que inciten al odio en redes
En el día de ayer, 31 de mayo del 2016 los gigantes tecnológicos Twitter, Facebook, Google, Youtube y Microsoft han llegado a un acuerdo con la Comisión Europea para que cualquier mensaje que incite al odio sea detectado y eliminado en menos de 24 horas de sus bases de datos.
Los acuerdos llegan en el mejor momento
Los responsables de Twitter y Facebook explican que, aunque el acuerdo sea solo dentro de la Comunidad Europea, estas medidas las tienen adoptadas desde hace tiempo en todo el mundo, como un añadido más en sus algoritmos.
En el caso de Google, explican que ya tienen un filtro para detectar y retirar este tipo de contenido, aunque sean más específicos y lo hagan solo con contenido de corte terrorista o incitación al terrorismo. Además, también aseguran que eliminan todos los perfiles creados por FTO (Organización Terrorista Extranjera) obviamente, después de obtener pruebas al respecto.
¿Coacción de la libertad de expresión?
Aunque la línea que separa la censura de esta práctica es muy fina, las empresas aseguran que en ningún momento permitirán que los usuarios puedan ver afectada su libertad de expresión en las redes, aunque conlleve el doble de esfuerzo. La argumentación a esto es que las distinciones que se harán entre los mensajes «buenos y malos» ya fue establecida por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos que, aunque es bastante genérico sirve de ayuda a estas empresas a automatizar el proceso de una manera más directa y sin tener que evaluar ellos mismos qué es odio y qué no, esto no quita que ellas mismas propongan otro tipo de contenido por sus propios medios, como en el caso de Microsoft, que asegura tener en marcha medidas adicionales para prohibir el contenido terrorista dentro de sus redes.
Con estas medidas, tanto las compañías como la Comisión Europea, esperan que se rebaje un poco más este tipo de contenido, ya que desde el tristemente recordado atentado en Bruselas, los mensajes de incitación al odio no han hecho más que aumentar y se cree que las redes sociales se está convirtiendo en un polvorín de las vertientes radicales que amenazan constantemente la buena convivencia de todos los ciudadanos en la red.