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¿Se puede pagar por seguidores o descargas?: las «clic farms»

Es posible que nunca te hayas parado a pensar en esto antes: ¿te ha pasado alguna vez que, mientras visitabas las redes sociales de otra persona, has visto que la diferencia entre su número de followers y los likes que obtiene en una publicación es abismal?, ¿o que entre la lista de seguidores solo hay perfiles sin fotografía ni publicaciones o con nombres extraños? Me temo que estás ante un usuario que ha recurrido a una granja de likes. Este fenómeno, que se encuentra en un limbo de la legalidad, merece ser estudiado y por eso en esta entrada del blog de evelb vamos a daros algunas claves sobre qué es y para qué se utilizan.

Las “clic farms” son lugares físicos, generalmente ubicados en China, Rusia, Indonesia y otros países asiáticos, donde miles de móviles trabajan -de forma automatizada o no- para obtener unos determinados rendimientos en el mercado de apps o en las redes sociales. Estos resultados van desde descargas a una aplicación para que mejore su posición en el ranking de App Store hasta comentarios en perfiles de aspirantes a influencers en Instagram.

Hablamos de que pueden existir las granjas de clics automatizadas o no porque, literalmente, en algunos casos se trata de trabajadores que instalan y desinstalan manualmente apps o las valoran. Esto se debe a que en el caso de Apple, sus medidas de seguridad para evitar este tipo de fraudes pasan por inhabilitar la posibilidad de que un ordenador controle de forma remota sus dispositivos. ¿Significa esto que las cifras de descargas o las valoraciones en la App Store son fiables? No, simplemente implica que personas hagan ese trabajo de forma manual. Algunas de esas instalaciones cuentan con alrededor de 10.000 terminales conectados y 40.000 tarjetas SIM. ¿Pero a qué se dedican exactamente?

 

Llevar una app al ranking de las más descargadas

 

Empezaremos hablando por las “clic farms” que trabajan con apps. Son ligeramente más difíciles de encontrar que las que se dedican al social media, aunque basta con hacer una búsqueda en ingles de las palabras clave adecuadas. Sus funciones son esencialmente tres: descargas de una app -que se pueden segmentar geográficamente-, valoraciones de 5 estrellas o valoraciones con comentarios. Los precios que dan en una de las webs que ofertan estos servicios son: 5.000 descargas por 950 dólares y 100 valoraciones “5 estrellas” o con comentario por 250 cada opción. Además, garantizan un servicio de asistencia 24 horas y un 100% de discreción.

 

Convertirse en influencer en tres días

 

Pero la joya de la corona de las granjas de clic son las redes sociales. Esto se debe a que la cantidad de personas y empresas que recurren a estos servicios de pago es cada vez mayor. Y aunque lo primero que nos viene a la cabeza son usuarios con ansias de convertirse en célebres en las redes sociales, algunos de los casos más sonados son los de políticos, escritores o deportistas. En 2014, Mariano Rajoy se despertaba un día con 60.000 seguidores más; que hablaban árabe y tenían poca actividad en sus cuentas. Sospechoso ¿no? Él lo achacó a un ataque dentro de una campaña de desprestigio.

Lo cierto es que basta con “googlear” términos como “comprar likes Instagram” para encontrar cientos de ofertas, que van desde nuevos seguidores en la red de moda a reproducciones en Spotify o Soundcloud. Algunas empresas incluso crean packs que combinan diferentes acciones en diferentes redes según el objetivo que se tenga. Con el paso del tiempo, su cartera de servicios se ha ido ampliando y haciendo más sofisticada. En algunos casos incluso prometen mejorar tu posicionamiento escribiendo artículos para tu web. Por 75 euros puedes conseguir 10 artículos de 500 palabras con garantía de calidad y de que se ha escrito a mano. Si descontamos la comisión que percibe esta empresa, ¿cuánto ganará el redactor?

Debido a la cada vez mayor cantidad de empresas que se dedican a la venta de clics, los precios son cada vez más bajos en la mayoría de servicios. Gracias a diferentes ofertas, 10.000 likes “al peso” en Instagram oscilan los 35 euros. Eso sí, si queremos que los comentarios que nos hagan sean personalizados o que los perfiles sean reales; el importe será mayor.

Su legalidad se ha puesto en entredicho en muchas ocasiones, pero de lo que tenemos certeza es de que es un negocio que nace de la demanda de algunos y del cambio en la manera que valoramos la presencia en el mundo digital. Pero, sinceramente, ¿que preferís: ir a un restaurante con 100 likes reales en su perfil de Facebook de personas que han ido a comer allí o escoger uno porque tiene 5.000 seguidores y después enterarte de que han pagado por ellos?

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