Los 28 aprueban la ley de protección de datos
Ayer se aprobó, tras tres años de debates, la nueva norma cuyo objetivo es reforzar la protección de los datos personales en Internet frente al uso que llevan a cabo las grandes compañías como Google o Facebook. Este nuevo reglamento recoge de forma expresa el derecho al olvido, el cual ya ha sido reconocido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Aunque una vez que se formalice este acuerdo el texto final debe negociarse con la Eurocámara, este pacto está previsto que se realice antes de final de año. La primera ronda de discusiones quedaría fijada para el 24 de junio.
La norma que afectará a las empresas europeas también lo hará a las compañías extracomunitarias, así como a las antes mencionadas Facebook o Google, en el momento de dar servicios a los consumidores europeos. En el caso de que incumplan sus obligaciones en materia de protección de datos personales en Internet, las compañías se enfrentarán a multas de hasta el 2% del volumen de negocios o un millón de euros, casi nada.
Tendrá una aplicación directa en los Estados miembros y sustituirán a las 28 leyes nacionales vigentes. Para procesar cualquier tipo de información personal será necesario contar con el consentimiento inequívoco de los usuarios, teniendo en cuenta que lo podrán retirar en cualquier momento. Los usuarios tendrán el derecho a rectificar sus datos y las empresas estarán obligadas a notificar a sus propios clientes cualquier brecha de seguridad en la que puedan verse involucrados.
Cualquier usuario tendrá derecho al olvido
Cualquier usuario podrá solicitar que se borren sus datos personales, también la información que las empresas se hayan podido descargar de una red social. Este derecho se ve reforzado cuando hablamos de menores. En el caso de que esta información esté duplicada la compañía deberá remitir la petición a todos los sitios en los que aparezca.
El derecho al olvido queda limitado por otras consideraciones como el ejercicio de la libertad de expresión e información. Su aplicación en cada caso seguirá estando en manos de las autoridades de protección de datos o los tribunales.
La legislación va a permitir la portabilidad de los datos. Es decir, un usuario podrá pedir a una empresa de Internet, por ejemplo una red social, que extraiga sus datos y los traslade a otra compañía en la que considere, por ejemplo, que puede gozar de una mayor protección.
Queda establecido, por último, un sistema de ventanilla única tanto para las empresas que operan en varios países de la Unión Europea como para los consumidores que quieren quejarse contra una compañía establecida en otro Estado miembro distinto del suyo.
